
Narra la historia de la niñez de José María, un chico de no más de 15 años que vivía en Buenos Aires y compartía sus tardes con Norberto, Cecilia, Fortunato, Zulma y otros amigos de la vecindad. Había perdido a sus padres por causas que no recordaba debido a su temprana edad, pero había sido muy bien criado por sus abuelos y tíos con los que vivía en el campo La Azotea. Se sumerge a increíbles aventuras con sus amigos junto al Río Salado. Leía todo lo que estaba a su alcance. Y tras pasar los años, presencia la pérdida de muchos de sus viejos familiares. Finalmente, se vende La Azotea y se muda, tristemente, hacia Capital Federal donde emprende una nueva vida que nadie sabe cómo irá.