
miércoles, 24 de diciembre de 2008
Una noche más
Una noche a la que todos la consideran ''especial''. Una noche como todas las otras 365 noches del año. Una noche que se gana la importancia que todos le atribuyen. Una noche (a mi criterio) común. Y si entramos a lo que es la Navidad, entramos al cristianismo, y el cristianismo y todo lo que es la iglesia, no, no me llegó a convencer ni un poquito. Se supone que se celebra el nacimiento de ese que dio su vida por todos nosotros, ese del que yo siempre me pregunto ''¿cómo se pueden dejar llevar por esa larga historia de la que nadie ni nada te puede asegurar bien de que todo ello haya existido verdaderamente en su momento?''. Nunca mi familia fue fiel creyente de todo eso, nunca fue a misa todos los domingos, y hasta creo que nunca se llegaron a convencer por completo.
Y yo ahora, (no sé si será la edad y la etapa en que realmente abrí los ojos al mundo que me rodea) tampoco puedo decir ''creo en Dios''. Pero bueno, tengo dudas que nunca nadie me las va a saber explicar. Y sí, soy muy jodida cuando se trata de convencerme y no me creo cualquier verso que me planteen. En síntesis, que pasen una feliz Navidad. Aprendan de mí y no armen el árbol. Y ahora, ¿qué tiene que ver el pino? No hagan cartas a Papá Noel, Santa Claus en otros lugares. Y ahora, ¿qué tiene que ver Papá Noel, Santa Claus o como lo llamen? ¿Qué tienen que ver todas estas cosas con el nacimiento de Jesús? Es todo un gran cuento y lo peor de todo, es que la gente cierra los ojos y se traga que la virgen se embarazó sin tener ningún tipo de relaciones; que el agua pueda soportar a una persona como si estuviera en un suelo rígido sin hundirse; que diciendo unas pocas palabras, un ciego puede recobrar la vista; y muchísimas cosas más que vaya a saber a quién se le ocurrió empezar a contar. Es como decir ''me hice atea señores''.

Suscribirse a:
Entradas (Atom)